sábado, 8 de septiembre de 2012

Que es la Posturología? Parte 1




Para muchos médicos, y profesionales de otras áreas sanitarias, la Posturología no es conocida y, es más, no aparece siquiera en su léxico porque desconocen su existencia. Para poderla definir, bastaría con unas palabras cortas, pero de esa manera ocultaríamos la verdadera complejidad que encierra esta área de estudio de la postura humana; habría que remontarnos en su historia para poder entender mejor el contexto en el que se desenvuelve. Gagey hace referencia en su libro a un comentario de Liebnitz sobre la necesidad de buscar un concepto en su devenir, en su transformación en un proceso, permite comprenderlo mejor. 

Podríamos decir, que la Posturología es una disciplina de la medicina que se encarga del estudio de la postura humana, aunque la Posturología no es ninguna rama ni ninguna especialidad médica puesto que, aunque se basa en los mismos principios fisiológicos, anatómicos y biomecánicas conocidos desde hace muchísimo tiempo, su existencia es desconocida por la medicina ortodoxa. Hay lugares donde tiene mejor aceptación como Francia, Italia, Portugal; en otros con algún recelo pero hay zonas donde los médicos jamás han escuchado de su existencia. En España, su aceptación por el gremio médico es muy compleja porque en su mayoría desconocen de que trata. 
En Latinoamérica, es casi una desconocida. Se están realizando cursos de formación en Brasil y ocasionalmente en Argentina. 
En Norteamérica, Canadá lleva la avanzada y, ahora, recientemente, un grupo canadiense está realizando cursos de formación en USA. En Centroamérica tengo pocas evidencias de grupos de trabajo. 
En el norte de África, hay médicos que han recibido formación en Francia y están empezando a tener presencia. 
Ya es conocida la participación de Japón en el establecimiento de la Posturología con los trabajos pioneros de Fukuda, que continuan en su laboratorio. La Posturología es conocida por muchos pero aplicadas por muy pocos. Algunos ORL en especial para el manejo del vértigo; un grupo pequeño pero interesante de odontólogos, optometristas comportamentales (en mi opinión,  el grupo más interesado en la temática), algunos podólogos, y los fisioterapistas.
Se ha abierto un mercado de ofertas y propuestas de tratamientos posturales (y de cursos de formación en Posturología), incluidas las de los balnearios, que bien indicados y con una orientación precisa, aportan un importante beneficio a la postura; muchos de estas propuestas están dirigidas, en muchas ocasiones,  por personas que solo saben hacer y desconocen en ocasiones los fundamentos fisiológicos y los efectos de las maniobras o terapias realizadas; llevando a crear un estado total de desconcierto en el paciente, distorsionando el verdadero sentido de la práctica de la Posturología, llegando a ser percibido por los médicos y los estamentos universitarios, como una de las tantas medicinas alternativas que existen (muchas de las cuales funcionan realmente y son reconocidas por la OMS), despreciando los valiosos fundamentos neurofisiológicos y neuroanatómicos en los cuales se funda la Posturología clínica.
La Posturología es, simplemente, una forma diferente de abordar la evaluación global de la postura humana. Decía Bernard Bricot, en una de sus charlas, que mientras la mayoría de los médicos se dedican a tratar los síntomas, aquellos que estudian, conocen o saben de Posturología buscan la causa de este y proponen un tratamiento basado en la corrección de estos factores alterados. Aunque, en mi opinión muy particular, aún se quedan muy cortos porque lo que encontramos como posibles alteraciones sensoriales causantes del defecto en la organización postural y, por ende, causante de la patología motivo de consulta tiene, en ocasiones, etiologías más recónditas. 

HISTORIA DE LA POSTUROLOGIA
No es nada nuevo esto del tema de la postura. Ya muchos antiguos lo habían mencionado en sus escritos y sentaron las bases de esta revolución del conocimiento. Desde los tiempos de Platón, Hipócrates y Aristóteles, existieron muchos estudiosos que se intrigaron por el tema de la postura e intentaron encontrar una explicación al misterio de la postura erecta humana y destacaron la relación de la complejidad de esta posición con el tamaño del cerebro y la habilidad para el lenguaje articulado y algunos la asociaron también a la capacidad de pensamiento. En Memorabilia, una colección de diálogos socráticos escrita por Xenophon, un discípulo de Sócrates, alrededor del 371 hace mención a la postura erecta y los beneficios que esta le aporta a la existencia humana en cuanto a visión y bienestar, con respecto a las bestias que se mueven sobre sus cuatro patas. Así mismo, Platón y Aristóteles postularon teorías que intentaban establecer una conexión entre la postura erecta y las habilidades cognitivas. Ya ellos habían explorado la existencia de una fuerza misteriosa contra la que debíamos luchar para mantener nuestra postura erecta y que hacía que todos los cuerpos tendiesen a caer hacia el centro del Universo, que para ellos coincidía con el centro de la tierra. Solo hasta el siglo XVI, gracias a las observaciones y los estudios de Sir Isaac Newton, se llegó al descubrimiento de esa fuerza, que él llamo fuerza de Gravedad.
Heinrich Cornelius Agrippa von Nettesheim (Köln 1486 - Grenoble, 1535) definió el equilibrio postural como aquel existente entre las distintas estructuras que integran el cuerpo humano y que le permiten mantenerse erguido. Una alteración a cualquier nivel repercutirá en el resto del organismo.
Giovanni Alfonso Borelli, en el siglo XVII, en sus libros de Motu Animalium I y II, sugirió por primera vez el efecto contráctil de los músculos y dibujó el efecto de la fuerza de gravedad y su acción en el mantenimiento del balance corporal. Los diseños de Borelli destacan el hecho que, para que un hombre estuviese en equilibrio, era suficiente que la línea de gravedad cayese dentro de su base de sustentación. Borelli escribió: “Durante milenios, el hombre ha estado de pie sin hacer preguntas sobre el mecanismo que permite esta postura. La idea de una máquina animal era desconocida. Cuando descubrió que los cuerpos celestes estaban sometidos a las leyes de la mecánica similares a las ejercidas sobre él y sobre el resto de la naturaleza, entonces él, comenzó a pensar en su propio cuerpo en términos de masas, aceleraciones, fuerzas, equilibrio”.


Vertical de la Línea de Gravedad
Borelli (De Motu Animalium, 1860) 


Los primeros estudios de nuestro sistema postural se remontan a 1700, pero se tuvo que esperar hasta 1890, cuando el doctor Karl Vierordt, el creador del esfigmomanómetro, funda la primera escuela de Posturología en Berlín. Él mismo Vierordt, en 1860, comenzó a relacionar a la fuerza de gravedad, descrita dos siglos antes por Newton, con nuestro cuerpo en posición erguida. Fue Vierordt quien grabó los primeros estudios posturográficos  del hombre en reposo y fue el pionero de los estudios estabilométricos.

         
 
Vierhordt; primeros estudios estabilométricos
a: postura militar; a': la misma con ojos cerrados; b: de pie relajado (pie derecho como pie de apoyo); c: sentado; c': sentado con ojos cerrados; d: parado en un pie (apoyo en pie derecho).



 
En las décadas previas, diversos estudios se dedicaron a destacar el funcionamiento del sistema y la búsqueda de una razón que justificase nuestra posición erguida, entre ellos Charles Bell (1774 – 1842), quien estableció la diferencia entre nervios motores y sensoriales, se preguntaba en 1837 "¿Cómo puede el hombre mantener una postura erguida o permanecer inclinado enfrentándose a las condiciones de viento? se cuestionaba sobre la existencia de un sentido particular, diferente a los descritos hasta entonces, que permitía conocer al hombre la disposición espacial de su cuerpo y le otorgaba la propiedad de poder ajustar y corregir la posición de su cuerpo en relación a la vertical. Esta observación la realizó al ver la manera en que las personas caminaban contra el viento. 

 
 
Charles Bell establece el problema con claridad pero lo convirtió en una problemática científica para la época, cuando en ese momento era imposible imaginar que una función no fuese asumida por un órgano - la función crea el órgano - y que no correspondiese a un órgano de los sentidos en este caso, había que adjudicarle a uno de esos sentidos la propiedad del mantenimiento del equilibrio: 
« ¿Qué sentido?».

El aparato vestibular, presentado por Flourens en 1829, fue la respuesta y poco a poco su propuesta fue ganando terreno en el circulo científico. El vestíbulo es un órgano, que reunía no solo las condiciones anatómicas sino que tenía una localización determinada en relación con el equilibrio, pero que además este órgano se estructuraba de acuerdo con el concepto cartesiano del espacio de tres dimensiones. 

Flourens había experimentado con conejos y palomas exponiendo sus canales semicirculares y analizó los efectos obtenidos en la sección de uno o varios de ellos. Observó que el animal presentaba los movimientos de la cabeza y el cuerpo en el plano del canal lesionado. Los movimientos horizontal de la cabeza y rotación del cuerpo, cuando se seccionan los canales horizontales; movimientos verticales de la cabeza y caída hacia adelante cuando se manipulaba el canal vertical superior; y movimientos verticales y caída hacia atrás con la sección del canal vertical posterior. Además notó, intensos movimientos de los globos oculares. 

En conclusión, la ley de Flourens establece la relación de las manifestaciones tónicas en el mismo plano del canal estimulado. 



                                                          

Nada más se necesitaba para seducir a todos los espíritus...

Todos, excepto uno, al menos: Vierordt. 



Varios años después, en 1860, Kart von Vierordt, rectifica las observaciones de Bell y postula que el control postural no depende de un solo sentido sino de la interacción de diferentes tipos de información proveniente de los ojos y de la planta de los pies. Las informaciones provenientes de estas distintas fuentes serian posteriormente identificadas por Sir Charles Sherrington quien le daría el nombre de propiocepción, por propius, elemento fundamental en todo este proceso del control postural y del cual tendremos mucho de qué hablar.

Vierordt era consciente de que las cosas no eran tan simples. En la búsqueda de «EL» sentido del equilibrio, se habían encontrado varios sentidos que participaban en la misma función. Ya conocía la participación en el mantenimiento de la postura erguida de la visión descrita por Romberg en 1853, la sensibilidad plantar descrita por Heyd; el papel del sentido de propiocepción - muscular, como ya  se decía entonces, descrito por Longet en 1845.

Entonces, ¿cómo entender esta extraña función de la posición vertical, manifiestamente imposible de resumir en un solo órgano de los sentidos? Para entonces los conceptos de sistema, el control, la cibernética aún estaban lejos de estar disponible. Aún no podían entender cómo puede el hombre mantener una postura erguida, por la mera observación. Esta simple observación, llevó a Vierordt a convertirse en el primer posturografista por del mundo. Él inventó un sistema que permitía registrar la oscilación postural de un hombre de pie en posición estática, hasta el punto que estaba seguro de que estas pequeñas oscilaciones nos introduce en los secretos de esta lucha sin fin que lleva el cuerpo del hombre estabilizarse con la fuerzas de gravedad.

 

Ciento cincuenta años han pasado desde estas primeras grabaciones posturograficas y poco a poco se ha observado que Vierordt tenía razón, las cosas no son tan simples como Flourens pensaba. Hoy en día todos los investigadores admiten que la postura erguida está controlado por un sistema complejo, que integra la información sensitiva y sensorial, procedente de múltiples canales: visual, oculomotor, vestibular, exteroceptiva somatosensorial, plantar.
¡Vierordt tenía razón... Flourens nos engaño!

Continuara...